domingo, 24 de octubre de 2010

Dos tipos de sueños lúcidos

Tengo dos tipos de sueños lúcidos, los que me ayudan y los que me entorpecen. Voy a dar un ejemplo de cada uno:

1.       Sueño lúcido liberador:
Llego a una plaza donde debo esperar a una chica para tomar el autobús o el tren juntas. Cruzando la plaza veo un policía o guarura, y me decido a preguntarle por dónde se llegaba al otro lado; este me dice que hay que bajar las escaleras de la plaza, que me siga derecho y las veré, aunque de lejos parezca que no hay nada. Entonces caminamos unos cuantos metros y seguimos sin ver escaleras, voy fijando mi vista al piso para encontrar algún camino secreto; de pronto llego a una orilla abismal y a mis pies están las escaleras, una construcción al parecer peligrosa: Cada escalón es de diferente tamaño y amplitud, así que para bajar algunos niveles había qué brincar, y en otras debíamos poner cuidado en pisar por angostas superficies. Cuando hemos llegado a la parte más vertiginosa, aprieto los ojos y me digo a mí misma: Esto tiene que ser un sueño, de ser así, estas escaleras tienen que reorganizarse a manera  que pueda bajarlas sin peligro, pues no tengo ningún motivo para desear que este camino sea más difícil de lo que parece. Al abrir los ojos las escaleras eran regulares, como las que vemos en la vida real; así bajé campante y terminó mi sueño.

2.       Sueño lúcido entorpecedor:
Soñé que estaba buscando un baño público; lo encontré en una sala de espera donde sentados, vi a dos de mis amigos de la universidad, con quienes ya no tengo contacto. Ellos se besaban en frente de mí y parecían no verme, yo hacía ruido, me movía y les hablaba pero ellos no me escuchaban. Me di cuenta que estaba en un sueño porque no estaba participando de la misma realidad, entonces me senté a ver su espectáculo que ya subía de tono. Al sentirme un poco contagiada de la calentura me imaginé que yo estaba en medio de ellos; al no conseguir sentir sus besos reales, y darme cuenta que mi calentura era intelectual y no sensitiva, me aburrí y me desperté.

Cuéntame tus sueños lúcidos.


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